NO SÉ dónde he leído estos días que los gatos apenas sufren por nuestra ausencia, porque son animales tan enganchados al presente que, decía el reportaje, “tu marcha de casa se la toman como si se les escapara una mosca”, algo que al de un minuto ya se les ha olvidado. Este detalle me dejó muy contento por lo que se refiere a los míos y me hizo envidiarlos una vez más: qué maravilla que los gatos sean tan gaseosos, es una lástima que yo no sea como ellos.